El jugo
suave de Siempreviva mayor (Sempervivum tectorum) calma rápidamente los dolores
profundos del Herpes zoster. Se cortan a lo largo unas cuatro o cinco de las
hojas carnosas y se ponen en un plato. Con el jugo que aparece en la superficie
se untan varias veces al día las partes enfermas del cuerpo. También se puede
extraer el jugo mediante una licuadora. El enfermo notará desde la primera
aplicación un gran alivio.
SIEMPRE VIVA (SUCULENTAS)
En un antiguo herbario se encuentra la siguiente receta:
25 g. de corteza de
Roble 10 g. de Pie de león
25 g. de Avena
10 g. de Manzanilla
25 g. de Salvia
10 g. de Meliloto
Un litro de agua fría se
pone al fuego con cuatro cucharadas de la mezcla; cuando arranca la ebullición
se retira del fuego y se deja reposar tres minutos. Con el cocimiento tibio se unta
repetidas veces al día suavemente las partes enfermas. Los residuos se aplican durante
la noche, calentados ligeramente y envueltos en un lienzo, sobre las zonas afectadas
de la piel.
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