viernes, 25 de octubre de 2013
ENFISEMA PULMONAR
El
enfisema pulmonar, así como el asma cardiaco y las afecciones del tiroides, que
van acompañados de disnea, se deben en gran parte a un hígado trastornado. La
opresión del hígado hacia arriba contribuye a que los bronquios, el pulmón y el
corazón empiecen a hincharse y aumenten de volumen. La continua opresión del hígado
sobre el tiroides delicado provoca mutaciones patológicas. En estos casos se
bebe diariamente, por la mañana una taza de infusión de Licopodio; de día se
aplica durante 4 horas una compresa de Hierbas Suecas (véase en »Hierbas Suecas«,
Modos de empleo) y de noche, en cambio, cataplasmas al vapor de Cola de
caballo. Un puñado de Cola de caballo se reblandece al vapor de agua hirviendo,
se envuelve bien caliente en un lienzo y se aplica sobre el hígado enfermo. De
este modo se disminuirá la opresión del hígado y poco a poco desaparecerá la
angustiosa disnea
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